Cada vez más personas apuestan por hacer sus reformas en el mes de agosto, probablemente porque es un mes vacacional por excelencia y las personas tienen opción de estar más pendientes del proceso, o bien de irse fuera de casa y evitarse las molestias ocasionadas por las obras.
Éstas no son las únicas razones, y que por ejemplo, el hecho de que se disponga durante el día de más horas de luz natural, es un factor decisivo, ya que hace que las reformas se puedan ejecutar en un plazo de tiempo más breve.
Además, los meses centrales del año son los más secos, hay menos humedad, lo que ayuda a obtener un acabado más conseguido y en menos tiempo. Si todo está seco, los trabajos de construcción, de fontanería o de pintura resultan mucho más cómodos.
Otra razón de peso, es que seguramente muchos de nuestros vecinos no estarán en sus hogares porque están de vacaciones, por lo que provocaremos menos molestias al resto de la comunidad y evitaremos posibles conflictos indeseados.
Una de las reformas más solicitadas en este mes del año, es por ejemplo, la mejora de la certificación energética de la casa. Instalaciones de calefacción o calderas que estarán a punto para la temporada de invierno, la mejora de los aislamientos térmicos, etc.
