No hay nada más apetecible que sumergirse en una piscina de aguas cristalinas, así que ¿sabes cómo acabar con el agua turbia que puede generarse en algunas ocasiones?
Lo primero de todo es analizar los factores que ocasionan esas partículas en suspensión. Cuando tenemos el agua turbia es porque hay partículas en suspensión en el agua, que por diversos motivos no quedan retenidas en el filtro. Esto puede ser provocado por polvo en el ambiente, una tormenta reciente, restos de cremas solares, o que tenemos el ph alto, o nos faltan horas de depuración o que pueda faltar depuración.
¿Qué debemos hacer para analizarlo?
En primer lugar hay que limpiar todos los restos orgánicos e inorgánicos. La limpieza e higiene en la piscina es básica siempre y te aconsejamos que empieces limpiando la piscina de fibra por completo, desde la superficie con el recogehojas, las paredes si tuvieran algún residuo, el cestillo del skimmer y el de la bomba.
A continuación, lo recomendable es hacer un test de cloro y ph. Lo que recomendamos es que el valor de cloro esté entre 0,5-1ppm y el ph en 7-7.2. También es recomendable hacer un análisis de dureza (200 ppm) y alcalinidad (90-120ppm).
También es muy importante ajustar las horas de filtración suficientes, dependiendo de la época del año en la que estamos. Ten en cuenta que las horas de filtración son proporcionales a la calidad del agua.
No hay que olvidarse de lavar el filtro. En verano, que aumenta la temperatura y los contaminantes dentro del agua, hay que aumentar la frecuencia de los lavados del filtro y los enjuagues de las tuberías de forma periódica.
Si ha habido una tormenta, pueden caer muchos residuos orgánicos e inorgánicos a la piscina, lo que genera un ambiente muy rico para el crecimiento de las algas. Después de una tormenta fuerte, debes regular el ph, hacer un choque de cloro y filtración y en algunos casos usar antialgas si no consigues que aclare.
Si aún así sigue turbia, puedes contactar con nosotros. Te ayudaremos a mantener limpia tu piscina.
