La reforma de la cocina es una de las más solicitadas, ya que su uso diario hace que los electrodomésticos y el mobiliario se deterioren con el paso del tiempo.
Tanto si es una reforma integral como parcial, lo primero que debes tener claro es el presupuesto que vas a destinar a dicha reforma. En Hermanos Blanco realizamos presupuestos personalizados adaptados a las necesidades de nuestros clientes y siempre recomendamos las mejores opciones para que sean reformas duraderas y de calidad.
Lo más importante es que inviertas en lo que realmente vayas a utilizar. No es necesario invertir en un horno último modelo si solo vas a cocinar en él un par de veces al año o en un frigorífico americano si estará siempre medio vacío. Analiza previamente la frecuencia y duración de las tareas que realizas en tu cocina e invierte en lo que verdaderamente necesitas.
Otra de las claves, es encontrar siempre el equilibrio entre la funcionalidad y la estética. Es evidente que la cocina debe ser funcional, pero también tiene que ser un lugar un lugar agradable porque pasamos mucho tiempo en ella.
Cuida el triángulo de trabajo. Se refiere a las 3 zonas que tiene una cocina: cocción, lavado y almacenaje. La clave es que se distribuyan formando un triángulo imaginario en una cocina y nunca juntas. Es decir, lo ideal es que dejes un espacio de encimera entre cada una de al menos 50-60 cm. Y en una cocina en línea, donde todos los muebles ocupan el mismo frente, respeta la separación de zonas.
El objetivo es minimizar los desplazamientos entre las 3 zonas principales de la cocina. En principio, las mejores distribuciones para las cocinas son en U y en paralelo, pero si contamos con una cocina lineal, lo ideal es poner seguidas la zona de almacenamiento, de preparación y, a continuación, el área de cocción.
También hay que tener en cuenta las medidas de la cocina, porque son muy importantes. Ten en cuenta que entre la zona de cocción y el fregadero, la distancia mínima recomendada es de 60 centímetros. Intenta que la placa no quede pegada a una pared o mueble en columna porque no suele ser muy cómodo y se manchará más de salpicaduras. Lo mejor es dejar entre 40 y 50 centímetros entre vitrocerámica y la pared.
Otra medida a tener en cuenta, es que si tu cocina permite tener muebles a ambos lados, debe haber al menos una distancia de 1,20 m entre ellos, una medida que también se aplica en el caso de las islas. Para colocarla, debes respetar entre 1 y 1,20 m de distancia entre la isla y la pared o mueble. En cuanto a la altura de los muebles.
Lo importante es que tengas claro que la cocina debe ser un espacio de trabajo ordenado y fluido destinado a facilitarnos las tareas de almacenamiento, preparación y limpieza del día a día.